sábado, 26 de junio de 2010

El gran dictador


Además de ser la primera película hablada que protagonizó Charles Chaplin, fue una de las películas que se atrevió a ironizar sobre Hitler y la Alemania conquistada por éste (recordemos que hay películas que también ironizan sobre este tema, como es la película de “Ser o no ser”).
“El gran dictador” se empezó a grabar a principios de septiembre de 1939 (la Segunda Guerra Mundial comenzó días antes de la grabación), y recibió numerosas presiones para que ésta no fuese rodada, pero pese a las críticas negativas de la prensa, terminó rodándose. El presidente de EE.UU, Franklin D.Roosevelt, animó al director de la película a grabarla, a pesar de que muchos lo desanimaban.
La película se estrenó en EE.UU el 15 de octubre de 1940, y no llegó a estrenarse en España hasta finales de abril de 1976, tras la muerte de Franco, ya que antes este tipo de películas estaban prohibidas. En Alemania se estrenó en 1945.
En “El gran dictador”, Chaplin interpreta a dos personajes; a un barbero y a Astolfo Hynkel. Un soldado de Tomania, al salvar a un oficial, sufre un accidente y pierde la memoria. El soldado se escapa del hospital donde estaba y regresó a su ciudad donde abre su antigua barbería, que se sitúa en el Ghetto. Los tiempos habían cambiado. El país estaba gobernado por un dictador, Astolfo Hynkel, que discriminaba a los judíos.
Una joven llamada Hannah, defiende al barbero cuando lo acosan las fuerzas de seguridad de Astolfo Hynkel. El barbero se enamora de la joven y sufren los atropellos de la dictadura, aunque tienen un respiro gracias a la protección de Schultz, que más tarde caería en desgracia. El barbero y Schultz terminan en un campo de concentración, mientras Hynkel quiere invadir Osterlich, pero el líder de Bacteria, Benzino Napaloni, se entromete y todo lleva a una guerra de comida entre los dos dictadores.
Las personas del Ghetto junto con Hannah huyen hacia Osterlich y se inicia la invasión desde Tomania. Cuando escapan el barbero y Schultz, Astolfo Hynkel es detenido por error de sus tropas, debido a que se parecía mucho al barbero y el barbero fue tomado por el dictador, que debía dar discurso sobre el inicio de la conquista del mundo, pero no fue así. El barbero confundido por Hynkel, da un discurso sobre la humanidad, donde se tenía que dejar la mecanización del hombre, sobre las dictaduras, la discriminación…
Al terminar la política de Hilter en Alemania y al conocer el horror que se sufrían en los campos de concentración, sobre todo en los de exterminio, Charles Chaplin confesó que, de haberlo sabido, no hubiera hecho la película. La película está llena de parodias y críticas hacia el sistema político de Hitler, el Nacionalsocialismo. Al final, el protagonista sorprende con un discurso emotivo donde explica la terrible guerra y el horror que sufren las personas cuando se encuentran sometidas a un dictador como lo fue Hitler.
Aquí os dejo el último discurso que da Astolfo Hynkel, que en realidad es el barbero:
"¡Un mundo de rubios, dominado por un moreno!"- Charles Chaplin

1 comentarios:

Anónimo dijo...

este discurso brilla como el sol.

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